Cada 24 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Esquizofrenia, una fecha que nos invita a reflexionar sobre los prejuicios que aún persisten en torno a este diagnóstico.
La esquizofrenia no es una condena, ni una identidad. Es un trastorno de salud mental que, con tratamiento, acompañamiento y comprensión, no impide vivir una vida significativa.
¿Cómo se detecta?
Algunas señales de alerta pueden incluir delirios, alucinaciones, alteraciones en el lenguaje, cambios de comportamiento o dificultades para reconocer la realidad. Estos síntomas suelen aparecer en la adolescencia o adultez temprana y es clave una evaluación profesional temprana.
¿Por qué hablar de esquizofrenia?
Porque hablar sin miedo es el primer paso para desarmar estigmas.
Porque aún hoy, muchas personas con esquizofrenia son discriminadas o incomprendidas.
Y porque la salud mental necesita espacios de información, empatía y escucha.
Rompamos mitos. Promovamos la inclusión desde el respeto.
En este día, elegimos visibilizar y sensibilizar. Porque detrás de cada diagnóstico, hay una persona.